En una entrada anterior se concluía señalando que las metodologías activas ofrecen una alternativa atractiva a la educación tradicional, al hacer más énfasis en lo que aprende el alumnado que en lo que enseña el profesorado, y esto da lugar a una mayor comprensión, motivación y participación del estudiante en el proceso de aprendizaje.
En esta nueva entrada se definen algunas de las metodologías activas existentes en la actualidad, quizá no estén todas o puede que sobren algunas, todo depende de los criterios que cada uno tengamos sobre el tema y de que algunas de estas metodologías presentan diferentes variantes. Estas metodologías no son excluyentes entre sí, ya que, en función del momento y de nuestros intereses, se pueden utilizar varias al mismo tiempo. En cualquier caso, independientemente de la metodología utilizada, todas ellas tienen que ir acompañadas y reforzadas por las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), pero dando y prestando una mayor atención a su papel como tecnologías para el aprendizaje y el conocimiento (TAC).
Contrato de aprendizaje: Es un acuerdo entre el profesor y sus alumnos para la consecución de unos aprendizajes a través de propuestas de trabajo autónomo, con la supervisión por parte del profesor y durante un período de tiempo determinado.
Aprendizaje cooperativo: Es un método basado en el trabajo de los estudiantes en actividades de aprendizaje divididos en pequeños grupos. Se basa en la interacción entre alumnado diverso. Incluye diversas y numerosas técnicas en las que los alumnos y las alumnas trabajan conjuntamente para lograr determinados objetivos comunes de los que son responsables todos los miembros del equipo.
Grupos interactivos: Los grupos interactivos son una estrategia metodológica, o una forma de organización del aula, basada en los principios del aprendizaje dialógico. Constituye una de las prácticas de éxito que pretenden conseguir una mejora en los aprendizajes del alumnado desde una propuesta coherente con los principios del aprendizaje dialógico.
Estudio de casos: Es una técnica en la que el alumnado analiza situaciones de la vida real presentadas por el docente, con el fin de llegar a una conceptualización experimental y realizar una búsqueda de soluciones eficaces.
Aprendizaje basado en tareas: En este modelo el docente propone al alumnado una serie de tareas relevantes y motivadoras, claramente contextualizadas, que tienen que ser resueltas con la presentación de un producto final.
Aprendizaje basado en proyectos: Es una técnica en la que las alumnas y los alumnos realizan investigaciones sobre temas y asuntos motivadores, en contextos de problemas del mundo real, a través de los cuales desarrollan y aplican habilidades y conocimientos.
Aprendizaje servicio: Es una metodología educativa que aúna el aprendizaje con el compromiso social. Se inspira en una pedagogía de la experiencia, la participación activa, la reflexión, la interdisciplinariedad, la resolución de problemas y la cooperación.
Flipped Classroom: Es un modelo que transfiere el trabajo de determinados procesos de aprendizaje fuera del aula y utiliza el tiempo de clase, junto con la experiencia del docente, para facilitar y potenciar otros procesos de adquisición y práctica de conocimientos dentro del aula.
Gamificación: Es el empleo de mecánicas de juego en entornos y aplicaciones no lúdicas con el fin de potenciar la motivación, participación, interacción, el esfuerzo y otros valores positivos comunes a todos los juegos, para la consecución de un determinado objetivo de aprendizaje.
José Barea Arco
Asesor de Secundaria
